
¿Cómo elegir la silla de ruedas adecuada para un niño con Parálisis Cerebral y una silla neurológica?
La movilidad es un aspecto fundamental en la vida de cualquier persona, y en el caso de los niños con Parálisis Cerebral Infantil (PCI) y pacientes con necesidades neurológicas, contar con una silla de ruedas adecuada puede marcar una gran diferencia en su bienestar y calidad de vida.
Sin embargo, elegir la silla correcta puede ser un desafío, ya que es necesario considerar múltiples factores, desde la postura y el posicionamiento hasta el grado de afectación y las necesidades específicas del usuario.
En este artículo, exploraremos qué es la PCI, las características esenciales de una silla de ruedas neurológica y los criterios clave para seleccionar la mejor opción. Con la información adecuada, es posible tomar una decisión informada que garantice seguridad, comodidad y una mayor independencia para el usuario.
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Qué es la Parálisis Cerebral Infantil (PCI)
La Parálisis Cerebral Infantil (PCI) es un trastorno permanente del movimiento y la postura que aparece en la infancia. No se trata de una única enfermedad, sino de un conjunto de síndromes que afectan el cerebro en desarrollo del niño. Estas afecciones pueden generar limitaciones en la motricidad gruesa, la postura, la visión, la audición, el lenguaje, y provocar trastornos sensoriales, cognitivos y conductuales, entre otros.
Debido a la complejidad del cuadro clínico, es esencial garantizar que el niño cuente con una silla de ruedas adaptada a sus necesidades particulares, que le proporcione el soporte adecuado y favorezca su desarrollo.
Al elegir una silla de ruedas especializada para un niño con PCI, es importante considerar los siguientes factores:
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Edad del niño: existen modelos específicos según la etapa de crecimiento.
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Grado de parálisis cerebral: identificar el tipo y nivel de afección ayuda a determinar la silla de ruedas más adecuada.
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Presencia de deformidades o limitaciones físicas: esto influye en la necesidad de un sistema de posicionamiento avanzado.
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Tiempo de evolución de la condición: saber si el trastorno es congénito o adquirido orienta la selección de la silla.
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Medio de alimentación: si el niño se alimenta por sonda, la silla debe facilitar esta práctica.
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Tiempo de uso diario: si el niño pasará muchas horas en la silla, es clave elegir una con un sistema de soporte adecuado.
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Nivel de independencia: si el niño puede mover la silla por sí mismo o si requiere asistencia total.
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Basculación fija o manual: la basculación mejora la postura, la circulación y previene úlcera por presión.
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Kit de crecimiento: al estar en desarrollo, una silla ajustable en tamaño será más beneficiosa.
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Garantía y calidad del producto: es crucial contar con garantía para asegurar una inversión duradera.
Una de las sillas de ruedas recomendadas es la Zippie Iris, que ofrece basculación de 0° a 60°, favoreciendo la respiración, la deglución y el control postural. Además, se recomienda complementar la silla con cojines y respaldos especializados como los JAY, que mejoran el soporte y reducen el riesgo de deformidades.
La mayoría de los niños con PCI requieren sillas con basculación manual de 0 a 60 grados, ya que esta función permite mejorar aspectos como:
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Respiración y deglución
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Lenguaje y visión
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Distribución de la presión para evitar úlcera por presión
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Control del tono muscular y circulación sanguínea
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¿Qué es una silla de ruedas neurológica?
Las sillas de ruedas neurológicas son una herramienta esencial para personas con afecciones neurológicas como parálisis cerebral, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, accidentes cerebrovasculares y lesiones medulares, entre otras. Su importancia radica en que no solo permiten la movilidad del usuario, sino que también ofrecen un soporte adecuado para mejorar la calidad de vida y la salud postural. Estas sillas deben contar con:
Apoyacabezas ajustable para mejorar la estabilidad del cuello.
Respaldo contorneado con soporte lateral de tronco para una mejor alineación postural.
Cojín contorneado con inserto de gel o aire para prevenir úlceras por presión.
Estructura de aluminio o titanio para mayor durabilidad y menor peso.
Sistema de basculación para aliviar la presión y mejorar la circulación sanguínea.
Reposapiés y reposabrazos ajustables para mayor comodidad.
Cinturón de seguridad y frenos de palanca para garantizar la estabilidad.
Ruedas traseras antivuelco y delanteras macizas para facilitar el desplazamiento.
A diferencia de una silla de ruedas convencional, las sillas de ruedas neurológicas están diseñadas específicamente para atender las necesidades posturales y funcionales de personas con discapacidades neurológicas. Estas sillas incorporan sistemas de posicionamiento, soporte y ajuste que ayudan a prevenir complicaciones secundarias, como úlceras por presión, escoliosis y contracturas musculares.
Además, permiten una mayor independencia, ya que muchas de ellas cuentan con sistemas de propulsión eléctrica o controles adaptados a los movimientos residuales del usuario, lo que facilita su manejo sin requerir asistencia constante. Esto impacta directamente en la autonomía del paciente y en su inclusión en actividades cotidianas, laborales y sociales.
En términos de salud, el uso de una silla de ruedas neurológica correctamente ajustada puede reducir la fatiga, mejorar la respiración, favorecer la circulación sanguínea y optimizar la digestión, evitando problemas derivados de una mala postura prolongada.
Tipos de Sillas de Ruedas Neurológicas
Existen diferentes tipos de sillas de ruedas neurológicas diseñadas para adaptarse a las necesidades específicas de cada usuario. A continuación, se describen los principales tipos:
Sillas de ruedas manuales neurológicas: estas sillas están diseñadas para ser impulsadas por el usuario o por un cuidador. Cuentan con estructuras reforzadas y sistemas de soporte postural que incluyen reposacabezas, apoyabrazos ajustables y cinturones de posicionamiento para evitar posturas inadecuadas. Son ideales para personas con cierto grado de movilidad en los brazos o que cuentan con asistencia frecuente.
Sillas de ruedas eléctricas neurológicas: dotadas de un sistema de propulsión motorizado, estas sillas permiten a los usuarios desplazarse sin esfuerzo físico. Incorporan controles adaptados, como joysticks o sistemas de mando con la cabeza o el mentón, para facilitar su manejo. Son recomendadas para personas con movilidad reducida en los brazos y para aquellas que requieren una mayor autonomía.
Sillas de ruedas neurológicas basculantes y reclinables: este tipo de sillas permite ajustar la inclinación del asiento y el respaldo para mejorar la distribución del peso y reducir la presión en áreas sensibles. Son ideales para prevenir úlceras por presión y mejorar la postura del usuario, especialmente en casos de espasticidad o dificultad para mantener una posición estable.
Sillas de ruedas con soporte postural personalizado: diseñadas para usuarios con necesidades posturales complejas, estas sillas cuentan con cojines anatómicos, soportes laterales y cinturones especiales que garantizan un posicionamiento adecuado. Se fabrican a medida para ofrecer el máximo confort y evitar deformidades músculo-esqueléticas.
Sillas de ruedas para niños con discapacidades neurológicas: estas sillas están adaptadas al crecimiento y desarrollo de los niños, con sistemas ajustables que permiten cambios en la postura y el soporte según las necesidades de cada etapa de crecimiento. Suelen incluir colores y diseños atractivos para fomentar la aceptación del niño y mejorar su bienestar emocional.
Cada tipo de silla de ruedas neurológica está diseñado para ofrecer la mejor solución de movilidad y confort según las características del usuario. La elección de la silla adecuada debe basarse en una evaluación detallada por parte de profesionales de la salud para garantizar el máximo beneficio para el paciente.
Elegir la silla de ruedas adecuada para un niño con parálisis cerebral infantil o para un paciente con condiciones neurológicas es una decisión crucial que afecta directamente la calidad de vida, la movilidad, y el bienestar general. Ya sea que se trate de una silla especializada para el niño o una silla neurológica adaptada para adultos con necesidades específicas, cada detalle, desde la basculación hasta los cojines de soporte, juega un papel fundamental en la salud y la comodidad del usuario.
Es importante recordar que cada paciente es único y requiere una solución personalizada para maximizar su independencia, seguridad, y comodidad. Loh Medical es tu aliado ideal en este proceso, ofreciendo sillas de ruedas especializadas que garantizan el posicionamiento adecuado, soporte, y adaptabilidad para mejorar la vida diaria de los pacientes con parálisis cerebral, enfermedades neurológicas y otros trastornos de movilidad.
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